Pareciera que son dos entidades diferentes, pareciera mas bien, que el pensamiento tiene mas que ver con la parte espiritual, que es independiente, sin embargo depende al 100 % del cuerpo material.
Aun así este puede generar energía y esta energía, si se aparta de la materialidad, puede influir en cualquier parte del Universo, como lo hacen los campos magnéticos.
Digo esto porque solamente podemos pensar cuando nuestro cuerpo funciona armónicamente, a nadie se le ocurría ponerse a pensar con un intenso dolor de cabeza o de otra índole, donde simplemente estamos en stand by .
Pero cuando digo pensar, no me estoy refiriendo al pensamiento cotidiano del quehacer diario, es ese pensamiento que surge cuando aquietamos la mente y fijamos la vista en el infinito buscando respuestas a la vida.
Ningún pensamiento adecuado puede salir de un cuerpo enfermo, como no ocurre durante el coma, una lobotomía o una enfermedad psiquiátrica. Por ende, nuestra espiritualidad radica en otra dimensión de nuestra vida, desconocida, que se pliega como un abismo insondable entre nuestro pensamiento.
Ese abismo solo puede cruzarse en la muerte, donde materia y espíritu se separan, siendo una de las preguntas y misterios mas grandes de la vida de los seres humanos.
Así las cosas pensamiento y conciencia es la misma cosa, presentando una gran interdependencia. Pudiera pues aventurarme con la hipótesis de que los sueños serian el estado que mas conectaría con el espíritu, porque tiene que haber algún punto de acercamiento al no estar condicionados, como quizás también lo sean los estados alterados de la conciencia que todos conocemos.
Todas las cosas del Universo responden al sentimiento que genera los pensamientos y si se ha comprobado experimentalmente, como la formación de cristales de agua al congelarse en diferentes entornos, o las respuestas de incluso las plantas a interacciones diferentes. Y pongo un ejemplo mas comprensible, tenia un árbol que sembré hace muchos años y se erguía saludable, frondoso y fructificaba abundante durante sus temporadas. Pero me tuve que mudar y en solo dos años en una visita, estaba casi seco, sin hojas, …algo muy triste.
Entonces es fácil comprender que los grandes maestros tienen razón cuando dicen que nuestras acciones y nuestros pensamientos influyen en todo y es la única herramienta que tenemos si la sabemos utilizar, que nos puede acercar a ese mundo desconocido, a esas casualidades o causalidades de que por ejemplo, estemos en el lugar y momentos equivocados para que ocurra lo inexplicable.
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