Mis viejos del Cayuco-4

Gelacio Parra.- Vaya que señor, creo que llegó a los 80 años y su muerte se puede considerararse natural.

Para mi, esta casa era como de la familia, no se las veces que me invitaron a comer ni las veces que tomé tazas de café, batidos, vasos de leche pura de vaca etc. Sus hijas no sabían que atenciones prodigarme y al igual que mis demás viejos me gustaba mucho conversar con el por su sabiduría. Era una familia y son Agricultores campesinos, crían y siembra de todo.

Gelasio era un persona, sencilla, modesta, muy a diferencia de otros nunca alardeaba y a pesar de su edad era la voz directiva de todas las actividades laborales, ya que tenia un profundo conocimiento de estas actividades. Pertenecían a mi circulo de la confianza y visitaba frecuentemente esa casa.

Como la mayoría de esas joyas familiares del Cayuco, también sufrió la desintegración por  salida de sus miembros hacia los E.U y hoy día solo quedan algunos . La esposa de Gelasio, no tengo palabras para describirla, servicial al 200 % a pesar de su edad y salud. De esa familia hay dos representantes jóvenes en Miami Anita, casada con su amorcito y Anita, hija de Cacha y toda una mujer hoy día, pero apenas una niña cuando la conocí.

Pero con Gelacio tuvimos nuestros aprietos por serios quebrantos de salud, pero la buena estrella siempre me ha acompañado como médico y mis pacientes se mueren simplemente cuando le llega su día. Recuerdo en una ocasión que me prestó un pedazo de tierra para sembrar tomates de los grandes, de esos que hay que ponerle una varita y amarrarlos, demás está decir que fue tremenda cosecha.

Si es verdad lo que se escucha de que cuando uno muere va con sus seres queridos, a mi que me reúnan con mis viejos del Cayuco.,,

A continuación nieta e hijas de Gelacio. Me falta Cacha y su hija.