viernes, 29 de marzo de 2013

Ojo con las informaciones.

No necesariamente puede ser bueno o tiene que ser verdad.
Diariamente nos bombardean con cualquier cantidad de información, pero toda no tiene que ser veraz.
Mi padre repetía mucho estas palabras, el papel aguanta todo lo que le pongan y en la política, el fin justifica los medios.
Quiero decir, dudemos de todo, démonos el beneficio de la duda, porque mañana puede ser demasiado tarde.
Las contradicciones están a la vuelta de la esquina como que el chocolate y la coca cola,  puede ser bueno para la salud o todo lo contrario, quien tiene la verdad, esa es la cuestión.
Nuestros hijos son los mejores, son lo máximo simplemente porque son nuestros hijos, pero este racionamiento es simplemente irracional, por mucho empeño y sacrificios que hayamos prodigado, nunca tenemos la última palabra.
Nos hablan de las bondades de un medicamento y al tiempo resulta que fue el responsable de miles de muertes. En nuestros país se prepararon miles de jarabes con un compuesto sumamente tóxico por errores humanos y para muchos no hubo vuelta atrás.
Fidel Castro siempre nos inculcó que teníamos que sacrificarnos y trabajar duro por mas de 50 años para llegar a un futuro lleno de abundancia que ni llegó ni llegará, mientras el se daba la gran vida en sus mansiones, casa de visitas, islas paradisiacas y la mejor comida preparadas por calificados chef a la carta. Los grandes lideres de la historia eran los primeros en dar el ejemplo y ser los primeros en las grandes batallas como bien lo fueron Antonio Maceo o José Martí por citar algunos.
Los ricos miran por debajo del hombre a los pobres de este Mundo, pero son los precisamente éstos los que los que contribuyen a llenar una y otra vez sus arcas. Por el desprecio a los obreros, surgió el comunismo y poco faltó para que se instaurara en todo el Mundo lo cual no fue realidad por subestimar al pueblo, por los mismos que los engendraron. Sin embargo el Capitalismo es la opción menos mala pero puede llegar también a ser sutilmente injusta.

Cuantos falsos profetas arrastraron y arrastran multitudes ciegas por caminos que no llevan a ningún lado y que por lo general también llevan vidas ostentosas y consentidas. Jesucristo, Mahoma y muchos otros maestros vagaron con solo lo que podían llevar y con todo muchos fueron dilapidados.

El que tenga ojos que vea y el que tenga oído que escuche, pero al final filtren con recelo lo que nos llega, lo que nos dicen, lo que leemos porque sin duda no es lo mismo paulatinamente que la mente de Paula en una tina.

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