jueves, 8 de octubre de 2015

Hierbas que curan

Del jardín al botiquín:

Por Luza Alvarado |  

La semana pasada, mientras escribía sobre el aceite de árbol de té, pensaba en todo lo que guardo en el botiquín. Generalmente tengo analgésicos, desinflamatorios, relajantes y expectorantes, todos vienen en cajas y han sido fabricados químicamente tras un largo proceso de industrialización. Entonces me pregunté cómo sería tener un botiquín vivo. Me puse a averiguar cuáles serían las alternativas y me hallé con un conjunto de hierbas que se pueden cultivar en pequeñas macetas en el balcón, junto a la ventana o en el jardín, y que son fáciles de encontrar en el mercado local.

Después de evaluar las ventajas de cambiar las pastillas por infusiones (ahorro de dinero y menos consumo de elementos tóxicos), me quedé pensando en el factor agua.  La mala hidratación es uno de los factores que nos hacen vulnerables a virus y bacterias. El agua es el nutriente más importante del cuerpo, es esencial para todas las funciones fisiológicas, ayuda a mantener la temperatura, lubrica y protege a los órganos, transporta nutrientes y drena las toxinas. Cuando no hay suficiente agua en el cuerpo, los órganos, la piel y las mucosas se ven afectadas, lo que disminuye su función protectora y reguladora. En los cambios de estación, por ejemplo, necesitamos mayor cantidad de líquido para adaptarnos a las variaciones ambientales. Así, con la llegada del otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur, no está de más empezar a hidratarse con infusiones naturales para prevenir alergias y enfermedades.

Melisa, toronjil, cedrón (melissa officinalis)
Es una hierba cítrica y anisada que reduce la ansiedad y el cansancio. Alivia la tensión, el nerviosismo y las depresiones estacionales ligeras. Una infusión antes de dormir ayuda a relajar y a elevar la calidad del sueño. Sus efectos estimulantes en la vesícula y el hígado, la hacen una excelente opción para romper el ayuno en la mañana. Hay que elegir las hojas (secas o frescas) que sean más aromáticas y que huelan un poco a limón.

Romero (rosmarinus officinalis)
Durante siglos se ha usado para aliñar guisos, y ahora se sabe que combate la formación de bacterias dañinas en los ambientes y los alimentos en mal estado. Además, el romero dilata los vasos capilares y previene los dolores de cabeza provocados por la vasoconstricción. La primera vez que la usé me la dieron en una botellita de aceite esencial, pero la infusión resulta más efectiva cuando se trata de aliviar los síntomas relacionados con la menstruación, como dolores de cabeza, irritabilidad y cólicos.

Menta (menta piperita)
Fresca o seca, la hoja de menta ayuda a eliminar los gases, alivia indigestión, náuseas y vómitos. Aunque solemos confundirla con la hierbabuena, la menta es más efectiva porque contiene el tipo de mentol digestivo. Cantidad: una cucharada de hojas o una ramita por taza.

Pasionaria, pasiflora o flor de la pasión (passiflora caerulea)Es una enredadera que crece en los jardines de climas cálidos, aunque también se encuentra seca en los mercados. Toda la planta es útil, la flor, los tallos y las hojas contienen sustancias sedantes no adictivas. Los herbolarios la recomiendan como el mejor tratamiento contra el insomnio y las enfermedades nerviosas, especialmente cuando está relacionado con la ansiedad o la depresión. Se recomienda hacer la infusión con una cucharadita de pasionaria seca por taza.

Manzanilla (matricaria recutita)
Es una hierba clásica y fácil de cultivar, incluso puede crecer de manera silvestre en las jardineras de la calle. Gracias a sus aceites relajantes, desinflama el estómago y tranquiliza la mente. Tres tazas al día, antes de los alimentos, alivian la indigestión y la irritación que produce colitis. Para preparar la infusión hay que elegir las flores con aroma a manzana fresca. Se puede preparar por la mañana y tomarla como agua de uso, preferentemente tibia.

Salvia (salvia officinalis)Al igual que la pasionaria, es recomendada por sus efectos relajantes. Hay que preparar una infusión de cuatro cucharadas de salvia seca por una taza de agua y dejarla reposar un mínimo de cuatro horas. En caso de acidez estomacal o problemas digestivos, se puede preparar como infusión y tomarse como agua de uso tres veces al día. También es recomendable para quienes padecen úlcera o sufren de nerviosismo en la boca del estómago.

Tomillo (thymus vulgaris)
Es un poderoso antiséptico y relajante que ayuda a aliviar la tos, la bronquitis, la sinusitis y la congestión nasal. Se puede preparar una infusión con dos cucharadas de tomillo (hojas y tallo) por taza; se recomienda tomarla tibia tres veces al día o mientras dure el resfriado o la tos. Su alto contenido en niacina facilita el riego sanguíneo al cerebro, por lo que también se considera como un buen estimulante para la memoria. Mezclado con melisa es un excelente remedio contra dolores de cabeza.El uso, cultivo y consumo de estas hierbas es bastante extendido en casi todo el continente, pues fueron traídas durante la colonia (a excepción de la passiflora). Sin embargo, estoy segura de que en cada región hay una o varias hierbas que merecen dar el salto del jardín al botiquín.

En el tocadorContra la caspa. Moja tu cabello con agua tibia y quita el exceso de humedad con una toalla. Mezcla en un bol 15 gotas de aceite de lavanda y 2 cucharaditas de aceite de oliva o de almendras. Caliéntalo en el microondas unos 10 segundos, que quede tibio. Aplícalo en todo el cuero cabelludo dando un ligero un masaje. Ponte una gorra de plástico y deja que el aceite actúe por una hora. Lava tu cabello como acostumbras. Repite el tratamiento varias veces para ver los resultados.

Antes de dormir. La lavanda se ha utilizado desde la antigüedad como tranquilizante. Hoy se sabe que su aroma regula la presión sanguínea y relaja la mente. Si sueles padecer insomnio o estás en época de estrés, haz un saquito con flores de lavanda y ponlo junto a la almohada. O bien, usa un difusor con aceite esencial de lavanda. Para que funcione mejor, evita consumir cafeína al menos 4 horas antes de dormir y apaga los aparatos electrónicos.

En la comida

La lavanda tiene fitonutrientes benéficos que dan sabores insospechados a tus platillos. Mejora la digestión, produce sensación de saciedad y relajamiento. Si no puedes cultivarla en casa, compra en las tiendas gourmet un saquito con flores secas y echa a volar la imaginación.

Mejora tu digestión. Una dieta ácida (exceso de proteína animal) y el consumo de antibióticos favorecen la proliferación de bacterias nocivas en el organismo, que empobrecen la digestión y provocan inflamaciones. Casi todas las dietas de desintoxicación recomiendan consumir florecitas de lavanda secas. La lavanda contiene polifenoles, un tipo de antioxidante que ayuda a mantener a las bacterias en equilibrio.

Dale un giro a tus platillos. Espolvorea una cucharada de lavanda seca en tu yogurt por la mañana. Combínala con aceite de oliva y unas gotas de vinagre balsámico para aliñar la ensalada. Puedes mezclar una cucharadita de flores secas con hierbas de Provenza y usarla para sazonar carne, pescado, vegetales, arroz integral, cuscús, quinoa... Y para terminar, dale un toque sutil de lavanda a tus postres:  natilla, arroz con leche, helados, créme brulée... También puedes tomarla como infusión al final de la comida, en lugar del té o el café.

En el botiquínVías respiratorias. Haz una infusión con dos cucharaditas de flores. Puedes hacer gargarismos para aliviar la faringitis o la laringitis, o tomarla como té con miel para aliviar la congestión bronquial, la gripe o las molestias del resfriado.

Reumatismo, tensión, dolor muscular. Mezcla dos gotitas de aceite esencial de lavanda con aceite de almendras. Date un masaje en la zona afectada. Sus propiedades desinflamatorias y relajantes te harán sentir mejor.

Para la piel.Piquetes. Mi abuela siempre me untaba ajo para quitarme la comezón. Pero recién descubrí que el aceite de lavanda tiene el mismo efecto desinflamatorio y calmante. Pon una o dos gotitas sobre el piquete y espera entre 5 y 10 minutos. Repite la operación cada 6 horas o cuando se repita el ciclo de la comezón.

Curaciones. La lavanda es un excelente vulnerario. Si no tienes lavanda fresca, compra un saquito con flores secas. Toma dos cucharaditas y prepara una infusión; usa el líquido para lavar heridas, irritaciones, resequedad y quemaduras en la piel.

Aleja a los mosquitos. Si vas a tener una comida al aire libre, pon un poco de aceite en un difusor o colocar saquitos con flores para alejar a los mosquitos. Esos mismos saquitos puedes colocarlos en cajones y clósets. No sólo darán buen olor, también evitarán la presencia de polillas.


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