sábado, 13 de diciembre de 2014

LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

 

La Vida es como caminar en el Desierto, o marchamos y marchamos con nuestra firme convicción hasta encontrar el Oasis o perecemos por nuestra falta de Voluntad, para volvernos arena y reciclarnos con las fuerzas de la Naturaleza y volver a comenzar en el mismo punto. Yo propongo seguir con nuestras convicciones para llegar al Oasis, que constituye aquel Portal de Luz transdimensional y entonces pasar al próximo estadío de existencia.

“Os invito a todos a que caminemos nuestro propio camino en el Desierto y encontremos nuestra Luz, que es la Luz de todos”

La evolución de las razas

Teniendo como resultante un cuerpo o campo unificado, que se manifiesta como un todo nuestro ser, hasta la partícula más pequeña de nuestro organismo, embebiendo cada átomo, molécula, macromolécula, células, tejidos, órganos y sistemas de órganos de nuestro cuerpo físico. Encontrándose este campo unificado en conexión con todos estos cuerpos sutiles mencionados anteriormente.

Desde el inicio de la formación de las razas raíces hasta el actual ciclo, el hemisferio izquierdo fue el que más ha actuado en nuestro desarrollo. Su función es la de absorber, asociar, y ordenar las experiencias y los conocimientos que asimilamos. Es el local donde operan la razón, la lógica, la deducción, la comparación, el análisis y la acción. El hemisferio derecho, por otra parte, es la región donde nuestra conciencia accede a los planos suprafísicos, a través de la intuición. Y nos fundimos con las energías superiores. Con este hemisferio actúa conjuntamente la glándula pineal, estructura que nos ayuda a recibir y a emitir todas las informaciones, desde y hacia las dimensiones de mayor frecuencia vibratoria.

Lograr un equilibrio funcional y energético entre ambos hemisferios también representa, de alguna manera, lograr una expansión de conciencia, evolucionar y mantener la salud.

De ahí que somos totalmente responsables de cómo tratamos y cuidamos, el estado de nuestro cuerpo físico, único portador de nuestro espíritu en el plano terrenal. Un lugar altamente preciado para nuestra evolución psíquica y espiritual.

Nosotros no solo poseemos un código genético que es transmitido por caracteres herenciales de nuestros padres biológicos y nos condicionan en muchos sentidos, sino que también aportamos nosotros mismos de vidas pasadas una información psicogenética espiritual, como un ADN espiritual que nos identifica y nos hace únicos  como información de energía, es tu identidad propia.

Tanto el planeta sus sistemas y subsistemas como el ser humano, nos encontramos bajo el influjo de las leyes de la evolución, a nivel físico, etérico y astralmente. Así, ya se encuentran las diferentes evoluciones de las razas en la Tierra y los continentes, de los reinos minerales, vegetales y animales. Por ejemplo, el sistema de chakras que encontramos en el ser humano está sufriendo transformaciones hacia los centros del consciente derecho, adecuados para una expresión más sutil de las leyes de la evolución superior, para los cuales circulan energías capaces de promover profundos cambios en el aura y en la materia del planeta.

El despertar del consciente derecho se apoya en la actitud interna del individuo, de su disposición para transformarse en el amor que profesa al servicio evolutivo, teniendo como base la FE y la entrega a la realidad suprema.

Entonces si analizamos bien, llegamos a la conclusión de cómo podemos entender el proceso salud-enfermedad en nosotros, desde el más insignificante síntoma hasta la más grave o compleja enfermedad.

Desde el mismo instante en que vivenciamos en nuestra vigilia el pensar estamos en un proceso de enfermedad, de envejecimiento de nuestro cuerpo físico, que se restablece cada día durante nuestro dormir, nuestros estado de sueño, y nos recuperamos de cada día de vigilia. Y si estos pensamientos, son de escaso análisis,poco discernimiento y llenos de nuestras pasiones e instintos más básicos, son cargados de emociones negativas. Pueden manifestarse en nosotros como sensaciones físicas molestas o dolorosas, y hasta desarrollarse síntomas de enfermedad, desde el más simple dolor hasta la enfermedad más grave que pueda existir, e incluso accidentes de cualquier índole.

Todo responde a leyes inquebrantables que tienden siempre a un equilibrio bio-energético y a la Evolución, através de nuestro aprendizaje continuo y eterno.

“Todo depende de nuestro estado mental y psíquico”.

Se puede decir entonces que la salud, es un estado en el cual las funciones orgánicas y las facultades psíquicas funcionan normal y equilibradamente. Estado dinámico en que los cuerpos y seres están en continua transformación y son parte de un proceso evolutivo universal.

Restablecer la salud de los seres y del planeta es tarea de todos, aunque resulta imposible si se ignoran las cosas internas de los desequilibrios y si no se considera el tenor de los pensamientos de los seres humanos. El concepto de salud puede y debe ser ampliado pues esta implica la expresión del potencial latente en el ser y en los cuerpos, para lo cual es necesario expandir la conciencia y despertar la Luz de las células y de los átomos.

La enfermedad, en un proceso que induce al cuerpo a un desajuste en relación con el patrón arquetípico que le corresponde. Desde que las fuerzas involutivas, en el comienzo, se introdujeron en la materia del planeta, este cuerpo celeste pasó a estar enfermo desde el punto de vista psíquico. Los cuerpos del ser humano están plasmados según parámetros arquetípicos transmitidos por jerarquías constructoras con ascendientes sobre la vida sideral. Un arquetipo es la síntesis de la perfección.

“Las enfermedades planetarias, son males tanto físicos como sutiles, que atacan uno o varios reinos de un planeta, actúan como elementos purificadores o equilibradores de fuerzas y energías. Por ejemplo, la Sífilis surgida en la antigua Lemuria dado por la promiscuidad de los hombres primitivos que incluía la relación con animales; la Tuberculosis surgida en la Atlántida cuando el ser humano se sofocó a sí mismo la expresión de energías espirituales.

A medida que una enfermedad planetaria es controlada por la ciencia y deja de ser fatal, aparecen otras, dependiendo de lo que aún deba ser restaurado en la raza humana y en el planeta. El SIDA y otras enfermedades epidémicas emergerán y seguirán emergiendo pues funcionan como instrumentos de juicio por el cual la Tierra está pasando. Atacan a los que necesitan de este tipo de purificación, que en general después de la evolución de una especie, son restauradas a otros niveles de existencia. El juicio actual permite  que la Tierra asuma un nuevo papel en el sistema solar, y que también escoja a la Humanidad futura, más sutil y armónica.”

[extraído de las obras de Trigueirinho]

“El cáncer surge como factor de equilibrio de la maldad perpetrada a lo largo de los tiempos.”

“Psicología esotérica”Alice Bailey (1880-1949)

El medico alópata intenta curar a los enfermos enfrentando la enfermedad, por síntomas y exámenes objetivos e ignora los principios espirituales y universales y sus leyes psíquicas, que contrariados generan el conflicto desde el interior hacia el exterior, desde el centro hacia fuera.

El camino al cual es dirigido el terapeuta, el médico, el sanador es hacia la cura del mismo paciente por él mismo, donde él se convierte es su propio curador, no hay otra salida. Somos nosotros nuestros propios curadores internos, somos nosotros, los seres humanos, nuestras propias herramientas de la curación interna y así poder encontrar el Camino hacia nuestra Felicidad. La cura de enfermedades físicas, mentales, conflictos internos, etc. Y hasta llegar a la cura propia de Nuestro Planeta Tierra.

Mi propuesta es que podamos ayudarnos a nosotros mismos y ayudemos a otros, para escalar cada uno de nuestros peldaños en la evolución, aceptar cada peldaños en que nos encontremos e invitarnos a seguir subiendo un escalón más y varios sucesivos, en ascenso evolutivo como espíritus. Exaltando nuestras virtudes y cualidades, siendo conscientes de nuestras imperfecciones.

“Es necesaria la evolución espiritual para que los hombres se despojen de sus pasiones y llegar a la madurez del espiritismoque no tendrá vejez porque al final será el triunfo del espíritu por su total evolución sobre la materia y entonces no necesitaremos de esta.”

Claudio Agramonte y José de Luz

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