Meditación.- Lidiamos a diario con la vida y con la muerte, por eso quizás pensemos más que otras personas y el tema es, de forma nos toca, y entiendo que puede ser rápida o lenta y tediosa, en esta última está el problema ya que no todos tienen un ambiente familiar que se entreguen en cuerpo y alma a cuidar un enfermo encamado, teniendo presente que hay que bañarlo, hay que darle la comida y muchas más cosas. No se ven muchos familiares con ese espíritu de abnegación, aunque existen, pudiera citar dos ejemplos, una sra, de Manuel Lazo, que vivía en la punta y su padre tenía una hemiplejia y lo cuidó esmeradamente por varios años y el otro la tía de un amigo que está en la Florida, de la Habana, de apellido Mena,de centro Habana, en este caso su madre ya mayor, también sufrió un infarto Cerebral y duró calculo más de 5 años y esa hija vivió solamente para atenderla. Pero que es de las personas que no quieren o no puede hacerlo, me imagino que contrataran a alguna persona que lo haga, pero muchos pueden verlo como una carga y pienso que pudieran pensar en algún momento de cuando se acabará de morir, pensemos de por aquello de que no sufra. Otros los meten en un hogar de anciano, triste destino de personas que dieron lo mejor de su vida por sus hijos. Y es que los padres cargan a sus hijos por el tiempo que sea, recuerdo un abogado de la Habana que mantenía con su trabajo a todos sus hijos ya zánganos y casados, o la Sra, que crió a sus hijos, después a sus nietos y si le alcanza la vida hasta sus bisnietos y si no fuera por la muerte seguiría criando a cuantas generaciones vienen. Y pregunto cómo se paga esto, a no ser que los padres no fueron buenos, no hay justificación posible. Yo recuerdo un muchacho que venía a mi clínica para cambiarle la sonda vesical, le habían dado un balazo en la columna y no podía moverse y el padre lo cargaba y pagaba siempre el procedimiento y con su juventud pienso que vivirá muchos años. Conozco también cuando estudiaba medicina familiar una muchacha que también le pasó lo mismo, pero podía mover sus manos y se las arreglaba en un sillón de ruedas. Su padre la cargaba para movilizarla. Así estudio medicina y se graduó, era mi amiga, un caso triste. Y no debo dejar de decir un Señor de nacionalidad Cubana que estando en Panamá tuvo también un AVE y como no tenía a nadie, es decir tenía una hija en los E.U. que le mandaba Pamper según conocimos, por ello estaba hospitalizado en la sala de Neurocirugía del Hospital S.T y llevaba más de un año, a mí me tocó curarle las escaras en varias ocasiones y me di cuenta que era un estorbo para el sistema, pero al menos se hizo lo que se pudo.
Pero no se me desanimen porque yo pienso que Dios sabe quien tiene esa opción y quien no, por lo que nos dará lo que se precisa. Oremos
Dr.Villamil.
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