Por mas que quiero creer en la prosperidad de los seres humanos y me entusiasmo con los avances científico técnicos donde cada día penetramos un poco en ese gran misterio que es el Universo y el papel de nuestras vidas al final casi siempre tengo que aterrizar porque los hechos del día a día me demuestran que no ha sido falsa la percepción que siempre he mantenido de que el futuro no es nada halagador y navegamos hacia las tinieblas.
Da risa por ejemplo ver el ego de las personas que acaparan un gran poder y quieren regir los destinos de la humanidad.
Muchos Cubanos han muerto esperando la caída de Fidel Castro, pero yo les digo que su castigo ha sido el peor, ya que una persona que ahora mismo cuenta con una de las mayores fortunas del Mundo está vuelto una calamidad y vive simplemente por tener un excelente equipo medico que hace lo imposible por mantenerle la vida. Pero está vuelto talco, creo que ni puede caminar solo y para una persona como el que desafiaba a la naturaleza haciendo siempre lo que le dio la gana vive ahora prisionero de un cuerpo que no le responde, calamitroso y temeroso de que la muerte por fin es una realidad.
En estos últimos tiempos ha tenido acercamiento con los Papas una persona que además de ser ateo, impuso esta forma de pensar en casi todo un pueblo.
A llorar al cementerio escuche en estos días y por allá me acuerdo de aquello de pedirle de que, pedir perdón a los curas.
Del mismo modo que existe el yin/yan, que una sustancia pasa del lugar de menos osmosis hacia el de mayor, así es el equilibrio de las vidas de los seres humanos donde existe un punto en la línea de los ejes x/y donde todas las personas se igualan a la perfección y nadie tiene ni un átomo mas que el otro.
En realidad, el pensar que unos somos mas que los otros es una gran miopía de la realidad y este concepto me embriaga porque se que nada es eterno, además de nuestras vidas nada es perecedero. Vivimos la ilusión de una realidad que en nada tiene que ver con nuestro Mundo Objetivo y nos pavoneamos mirando a los otros por encima del hombro.
Tiempo al tiempo porque el día llegara cual ladrón en la noche y algunos la podremos ver venir y otros ni tiempo para darse cuenta.
Los Emperadores de la China y Grecia antigua, construían lujosos santuarios y enterraban en la tumbas objetos de valor y hasta su servidumbre. Cuantos esclavos deben haber muerto en la construcción de la pirámides por algo que solo tiene valor histórico.
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