miércoles, 22 de agosto de 2012

LA ALBAHACA.

Albahaca 

Esta planta comenzó a utilizarse en la época romana para curar diferentes dolencias, pero hoy en día no ha perdido su eficacia.
La albahaca (Ocimun basilicum) no sólo presenta usos terapéuticos desde tiempos inmemoriales, sino que también, es una planta muy apreciada en la cocina, por su capacidad de dar sabor y condimentar diferentes platos.
Características de la albahaca:
La albahaca también es conocida por otros nombres, como alhábega, alfábega, hierba real, hierba de los reyes, albahaca de limón o albahaca francesa. Se trata de una planta pequeña, que puede alcanzar el medio metro de altura. Tiene su origen en el Sudán. Sus hojas son labiadas, anchas y olorosas. Sus flores pueden tener color blanco o rosa. Su época de floración es el verano. De todas sus variedades, la morada es la más apreciada.
Cultivo de la albahaca:
Hay que procurar que reciba la luz del sol y que esté en lugar cálido, ya que las heladas acaban con esta planta. Suele crecer en todo tipo de suelos, incluso en los menos enriquecidos, aunque se recomienda abonar previamente el semillero donde se va a sembrar. Se aconseja plantarla a finales del invierno, a poca profundidad. Se puede trasplantar hacia mitad del verano. Conviene regarla abundantemente. Después de florecer se seca, pero si se cortan las flores cuando aparecen, podría durar dos años. Hay que tener cuidado con las plagas de caracoles, pues les encanta esta planta.
Aunque tenga un ciclo de vida medio de un año, sus hojas pueden secarse y guardarse en un recipiente oscuro y hermético. De este modo, podemos aprovecharlas durante mucho más tiempo.
Propiedades curativas de la albahaca:
Para combatir patologías como el nerviosismo, la ansiedad o el insomnio, se recomienda su consumo en forma de infusión. Si además la endulzas con miel o con agua de azahar, potenciarás sus cualidades relajantes.
La infusión de albahaca también sirve para combatir el mal aliento y el mal sabor de boca, sobre todo si dicha infusión se combina con otras hierbas como el jengibre. Masticar sus hojas proporciona un aliento fresco y además ayuda a aliviar las náuseas en caso de indigestión.
Es muy utilizada en caso de desórdenes digestivos, ya que ayuda a aliviar los gases y es un aliado a la hora de tratar con los retortijones. También se puede tomar en cápsulas, que concentran todos sus principios activos. Además de ejercer una acción curativa sobre el aparato digestivo, ayuda a limpiar las vías urinarias.
La albahaca también puede utilizarse en forma de aceite esencial para dar masajes en músculos doloridos o contracturas. Se puede comprar este aceite en herbolarios o fabricarlo uno mismo, para ello se mezclan un par de gotas de aceite esencial de albahaca con una cucharada de aceite de almendras.
Por otra parte, otro de sus usos externos más útiles es el de actuar como repelente de insectos. El jugo de sus hojas sirve también para aliviar el escozor y la hinchazón de las picaduras, por su acción antibiótica.
La albahaca en la cocina:
Esta especia es utilizada sobre todo para aderezar salsas. Combina especialmente bien con el tomate, ya que neutraliza su acidez de manera eficaz. Es utilizada en gran cantidad de platos de la cocina mediterránea, sobre todo en la pasta, ya que junto a los piñones y el aceite de oliva se usa para hacer la famosa salsa pesto. De hecho, los italianos condimentan con albahaca hasta las ensaladas, por lo que se puede decir que es la planta estrella de su cocina.
Tomado de Centro Armonía facebook.

 

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